Nosotros

 

 

 

 

 

SOMOS CURANDEROS, HOMBRES DE MEDICINA

¿Cómo ser médico, curandero o chamán? 

«Onaya (médico en lengua shipiba) es una persona que tiene una voluntad inquebrantable, un pensamiento firme. Su pensamiento tiene poder y una visión clara para poder analizar todo» – Roberto Muñoz, médico shipibo – konibo.

Primero, uno debe tener un corazón puro ya que hay muchos caminos en el mundo de la Ayahuasca. El poder no solo se usa para ayudar, por ello existen los llamados «brujos», «hechiceros», «brúmanos», etc. Es importante saber si un médico tiene el camino recto, pues solo así podrá enderezar la vida de las personas y purificar los corazones.  

En segundo lugar, el onaya es alguien que ha adquirido el poder, la sabiduría y el amor otorgado por las plantas y sus espíritus guardianes, comúnmente conocidos como los «dueños» de las plantas. Los dueños entregan el poder a los humanos a través del sama, o dieta. El sama es un proceso mediante el cual un hombre purifica su cuerpo físico y espiritual para poder recibir la medicina de las plantas. El tiempo mínimo que una persona debe dietar para poder curar a personas es de 6 meses por cada planta. En este arduo proceso, uno profundiza en su interior y en el mundo de la medicina, al mismo tiempo que se encuentra paz, claridad y sabiduría. 

Hay dos tipos básicos de dietas: los «palos» masculinos que son árboles grandes como noya rao, bobinsana, ajos kiro, aya huma, renaquilla, chihuahuaco, entre otros. Las plantas «warmi” o femeninas son plantas aromáticas como el piri piri, ajosacha, ruda, unca, jazmín, hampy rosa, entre otras. De todas estas plantas y árboles uno puede utilizar tanto la raíz como la corteza, tronco, hojas o semillas. Todas las plantas nos enseñan y nos fortalecen, nos otorgan diferentes poderes, pues hay la que son para la sanción, para el amor, para el dinero, así como existen plantas que son para enfermedades específicas. 

Esta es una tradición inka, así como de los pueblos amazónicos. Sin dieta, uno no puede curar.

En Luz de Luz, los médicos y curanderos tienen como mínimo 10 años dietando plantas maestras. 

NOSOTROS

Luz de Luz fue fundado por dos amigos, Javier y Hanan, guardianes de la sabiduría sagrada heredada de la época de los Inkas. Junto a un equipo de chamanes médicos MURAYA —el más alto nivel dentro de la tradición amazónica— y guías espirituales especializados en medicina holística enteogénica, trabajamos para acompañar procesos profundos de sanación y transformación.

Nuestro centro de retiros nació con el propósito de restaurar el equilibrio espiritual, mental y físico, ayudando a cada persona a reconectarse con la naturaleza, con su verdadera esencia y con el flujo de energía vital.

A través del uso ceremonial de Ayahuasca, San Pedro, dietas de plantas maestras y otras prácticas ancestrales, seguimos un conjunto de técnicas refinadas a lo largo de años de experiencia y formación, garantizando una guía segura, respetuosa y profunda. En cada proceso, cuidamos con igual atención la integridad de los participantes y el bienestar de los maestros, asegurando un entorno armónico y consciente.

EQUIPO LUZ DE LUZ

Javier Eduardo Cruz Béjar

Origen: Ollantaytambo

Nación nativa: Quechua

Javier es gestor cultural y espiritual, investigador e intérprete de música ancestral. Inició su práctica espiritual con el mundo de las plantas a través de una revelación, iniciando este proyecto guiado por sus principios altruistas. Actualmente, es un curandero con 10 años de experiencia en dietas sagradas. Es practicante de la espiritualidad andina y mantiene el camino espiritual inca llamado QHAPAC ÑAN.

Hanan Joao Perea Fernández Baca

Origen: Ollantaytambo

Nación nativa: Quechua

Hanan proviene de una larga línea de curanderos tradicionales. Fue iniciado en la gran hermandad universal con el grado de Gurú. Es Instructor de Artes Marciales Internas de Wu-Shu (kung fu), herencia que recibió de su padre. Es investigador e intérprete de música ancestral, tiene 10 años de experiencia con la medicina Ayahuasca y formación chamánica.